Hoy a más de uno habría que volverle a cantar esto:
Mirando hacia otro lado
HACHAZO – La ley del oeste.
(Aquí para escuchar.)
Buscamos el sentido a puños apretados,
nos juntamos con los iluminados
descubriendo las verdades que la historia nos robó
reinventando el universo en nuestro corazón.
Y tú me hablas de falta de unidad
con restos de cristales en las manos,
figurín del sindicato vertical,
que pactaste en la Moncloa el silencio del vasallo.
Pero no hablabas de falta de unidad
cuando tu miedo acabó de separarnos.
Tú enterraste dolor en pedestal,
yo no he podido olvidar tantos sueños traicionados.
El paso a nivel se ha vuelto a cerrar.
El pájaro ha echado de nuevo a volar.
Hoy hasta el café te ha sabido mal.
La conciencia es sabia como el capital.
Sabemos lo que somos, no nos engañamos,
crecimos para aprender que no despertaríamos viendo un nuevo sol.
Pero vamos dando pasos y eso tiene su valor.
Y tú me hablas de falta de unidad
con un destello en los dientes.
Carroñero del negocio electoral,
cómplice en la democracia; del puchero y el escaño.
Pero no hablabas de falta de unidad
cuando tu odio acabó de separarnos.
Subiste a mi barco y al final
cuando pudiste remar me llevaste hacia el Gulag.
El paso a nivel se ha vuelto a cerrar.
El pájaro ha echado de nuevo a volar.
Hoy hasta el café te ha sabido mal.
La conciencia es sabia como el capital.
"Hay una corriente que tiende a no hablar nunca claro.
Claro, cuan lo hacemos resucitamos viejas heridas del pasado.
Pasado que conviene dejar olvidado, encerrado bajo mil llaves, y aquí venimos los cuatro notas de siempre a resucitarlo...”
Y mientras miles de personas se parten el pecho, luchando sin desaliento en estos momentos, perdemos el tiempo en llamarte hipócrita de mierda, y creo que es justo, y necesario.
NI tú en mi barco, ni yo en el tuyo.
nos juntamos con los iluminados
descubriendo las verdades que la historia nos robó
reinventando el universo en nuestro corazón.
Y tú me hablas de falta de unidad
con restos de cristales en las manos,
figurín del sindicato vertical,
que pactaste en la Moncloa el silencio del vasallo.
Pero no hablabas de falta de unidad
cuando tu miedo acabó de separarnos.
Tú enterraste dolor en pedestal,
yo no he podido olvidar tantos sueños traicionados.
El paso a nivel se ha vuelto a cerrar.
El pájaro ha echado de nuevo a volar.
Hoy hasta el café te ha sabido mal.
La conciencia es sabia como el capital.
Sabemos lo que somos, no nos engañamos,
crecimos para aprender que no despertaríamos viendo un nuevo sol.
Pero vamos dando pasos y eso tiene su valor.
Y tú me hablas de falta de unidad
con un destello en los dientes.
Carroñero del negocio electoral,
cómplice en la democracia; del puchero y el escaño.
Pero no hablabas de falta de unidad
cuando tu odio acabó de separarnos.
Subiste a mi barco y al final
cuando pudiste remar me llevaste hacia el Gulag.
El paso a nivel se ha vuelto a cerrar.
El pájaro ha echado de nuevo a volar.
Hoy hasta el café te ha sabido mal.
La conciencia es sabia como el capital.
"Hay una corriente que tiende a no hablar nunca claro.
Claro, cuan lo hacemos resucitamos viejas heridas del pasado.
Pasado que conviene dejar olvidado, encerrado bajo mil llaves, y aquí venimos los cuatro notas de siempre a resucitarlo...”
Y mientras miles de personas se parten el pecho, luchando sin desaliento en estos momentos, perdemos el tiempo en llamarte hipócrita de mierda, y creo que es justo, y necesario.
NI tú en mi barco, ni yo en el tuyo.
Tu lucha no es mi lucha.
¡No lo ha sido nunca!
...y aún habrá más, que ahora querran acabar con el desempleo.
Imagen: Manel FONTDEVILA en Público, 28-I-2011