Vamos con el segundo “capítulo” del interrail.
Nuestro primer trayecto en tren fue en el tren nocturno que sino recuerdo mal hace el trayecto de Venecia hasta Belgrado y que va parando cada relativamente poco tiempo. Nosotros lo abandonaríamos en Zagreb. Al ser el primer trayecto en tren y quizás pecando bastante novatos cogimos el billete en litera lo que más adelante nos dimos cuenta que no merece mucho la pena porque no es nada cómodo y descansas más o menos igual que si tienes un poco de suerte y puedes ocupar varios asientos de un compartimiento de tren normal. Además, la diferencia de precio es bastante grande, a nosotros este trayecto nos salió por 54€ a lo que hay que sumarle que quieras o no te van a despertar en los controles fronterizos con esa palabra mágica “pasport”.
Estación de tren.
A Zagreb llegamos a creo recordar que sobre las 5.30 ó 6.00 de la mañana. Dejamos los macutos en la estación de tren tras comprar unos cafés pagados con euros para conseguir unas pocas kunas (7 kunas = 1€) en el cambio que nos sirvieran para meter en las taquillas. De aquí nos fuimos a dar nuestro primer paseo por la ciudad, como es lógico no la volvimos a ver así, las calles y plazas principales estaban casi desiertas y estaban montando el mercado en una de las plazas, cosa que siempre es curioso de ver y queda bien en las fotos. Como estábamos bastante cansados y habíamos dormido poco al final nos tocó buscar un parque donde pudiésemos echar una cabezada. Tras dormir lo que pudimos volvimos a desayunar y ya más o menos se hizo la hora de poder entrar al hostel a echarnos una “siesta” mañanera y darnos una ducha. La habitación doble con baño compartido nos salió por 313 kn.
Mercado al aire libre.
Por la tarde tras haber repuesto fuerzas compramos los billetes de autobús para Split que sería nuestro siguiente destino (178 kn) y estuvimos un rato paseando por las partes de la ciudad que no habíamos visto. La parte “alta” donde están los edificios más conocidos de Zagreb fui a visitarla solo. La verdad es que esta es una sensación diferente ya que al caminar solo te fijas más en la gente y en el ambiente de la ciudad. En general Zagreb me pareció una ciudad muy bonita y acogedora. El centro, que es fundamentalmente lo que vimos está muy bien cuidado y tiene muchos espacios verdes.
Iglesia de San Marcos.
Respecto a la comida poco puedo decir, ya que no comimos nada típico de allí. En general en lo que respecta a precios me pareció algo más barato comer allí que a lo que estoy acostumbrado a pagar en otras ciudades que he visitado, excepto la cerveza que si que es bastante más barata. Una cerveza de medio litro en la terrraza de un pub nos salió por 14 kn, por ejemplo.
...al fondo, la Catedral.
Y poco más...seguiremos contando cosas de Croacia y del interrail. Aunque a ver si voy intercalando estas entradas con otras de “tema libre”.
Una de las iglesias más bonitas que he visto, sino la que más
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